
¿La Atlántida de Alexander McQueen o de Platón?
No es un secreto que la industria de la moda ha utilizado diversas leyendas urbanas, historias ancestrales y mitos legendarios para inspirarse a la hora de crear nuevos diseños. Es la cultura lo que alimenta la creatividad del diseñador e interesantes conceptos salgan a flote. Desde la historia de un amor que termina en una desgarradora historia, hasta la evolución del ser humano (Como la Atlántida de Alexander McQueen), son sólo algunos de los conceptos que en ocasiones, podemos ver en los grandes show que montan las pasarelas.

Y por eso queremos hablarles hoy de su pasarela (Plato’s Atlantis) y de una gran fuente de inspiración para la literatura, los cómics e incluso la moda: La Atlántida.
La Atlántida de Platón
Se dice que hace miles de miles de años existió un imperio como ningún otro, uno que quizás nunca vuelva a existir. Y todo comenzó como las grandes historias comienzan: con una historia de amor.
Cuando los dioses (griegos) decidieron repartirse el mundo, Poseidón, rey de los mares y agitador de la tierra (o conocidos como terremotos en nuestra actualidad cofcof), se quedó con una isla en el mediterráneo.

En esta llanura rodeada de montañas, vivieron Evanor y Leucipe, dos de los primeros habitantes de la isla. Enamorados, concibieron a una pequeña niña que se convertiría en una hermosa mujer: Clito. La familia habitaba en la montaña central.
Tal era la belleza de Clito que Poseidón, siempre atento a sus tierras, no pudo evitar enamorarse de ella. Muchos aseguran que fue genuino romance, las malas lenguas que en realidad el dios quiso hacer su voluntad y la obligó a casarse con él. Lo cierto es que las relaciones entre dioses y humanos eran más comunes de lo que parecía. Intentando protegerla (o mantenerla en cautiverio, como proclamarían los bastardos) creó tres anillos de agua alrededor de la montaña en la que vivía la joven mujer. Ahí, en los brazos del dios de los mares, dio a luz a cinco pares de gemelos.
Poseidón tuvo entonces un legado que podría mantener la isla segura. Dividió la tierra en diez y la repartió entre sus hijos. Nombró a Atlas, su primogénito, como el líder y la cabeza de la llanura y le otorgó la parte más importante de todas: la montaña rodeada de anillos de agua. Fue en honor a él que la isla se llamó Atlántida y el mar que le rodeaba, Atlántico.

La civilización de los atlantes prosperó como era de esperarse. Su majestuosa arquitectura resultaba una maravilla para quien la viera y su ingeniería era de admirar. Al centro, en lo alto de la colina, se encontraba un templo dedicado al ‘padre’, Poseidón, con una estatua de su imagen de oro macizo y sus nueve caballos alados.
Los diez hermanos trabajaban en armonía y tenían estrictamente prohibido iniciar ningún tipo de movimiento sin consultarlo con el otro. También estaban obligados a socorrerse entre sí. Era el lugar ideal para vivir, entre serenidad y tecnología que les hacía prosperar.
Pero con el tiempo, los atlantes se rindieron ante la soberbia. Ya no bastaba con vivir bien, rodeados de las bendiciones que los dioses les brindaban a través de la comida y la paz en su pueblo. Poco a poco el corazón de los habitantes de la Atlántitda pidió más y más. Y entonces comenzaron a luchar, a reclamar tierras lejanas como suyas y someter pueblos enteros.
Era de esperarse verlos vencedores, y lo que alguna vez fue una sociedad que se movía por la paz, ahora se movía por el desdén y la superioridad. Y este tipo de guerra era algo que los dioses no podían soportar.
Entonces llegaron las atenienses, que con valentía y atrevimiento quisieron detener a los atlantes y pudieron contenerlos e incluso derrotarlos. Un castigo que no habría hecho más que comenzar.
La vergüenza y la decepción sólo incrementaron cuando entendieron que la ira de los dioses no podría apaciguarse. Furioso con su propia gente, Poseidón los observó. Tal atrocidad, tales criminales no debían continuar y seguir enfermando al mundo. Con fime decisión, agarró fuertemente su tridente, alzó la mano directo a la isla que lo iniciaría todo y….
Y nunca nadie supo lo que sucedió. En Critias, los Diálogos de Platón, la historia concluye ahí. ¿Los atlantes murieron? ¿Se les condenó a una vida oculta, lejos del resto de la humanidad? No hay una respuesta certera, pero se infiere que con su furia, Poseidón, rey de los mares y agitador de la tierra, mandó un terremoto mortal y entonces grandes olas vinieron a tragarse a la isla y sus habitantes.

Y esta es la historia de la Atlántida. Una gran civilización que terminó hundida gracias a su soberbia y avaricia.
La verdadera historia de la Atlántida
Aún en siglo XXI, es hora que la comunidad científica no se pone de acuerdo en la veracidad de una leyenda que salió de los escritos de Platón como si de un cuento se tratase. Muchos dan por certera la historia, otros como una fantasía que el filósofo tenía y otros creen que hacía referencia a alguna gran civilización que cayó cercana a su época.

De ser así, la historia tendría un gran sentido. Si la Atlántida en realidad estuviera basada en un pueblo existente, probablemente sería la de los minoicos, ubicados en Creta y quienes dominaban la flota naval, la cultura y la ciencia. Los minoicos desaparecieron después de que el volcán de Santorini (en la época conocido como Tera y a 16 km de Creta) hiciera una terrible explosión, acompañada de inmensos terremotos que provocaron dos cosas: Que el volcán su sumergiera y formara un hueco de 125 km de profundidad que posteriormente se llenaría con agua del Mediterráneo y tsunamis que arrasarían con las demás islas aledañas.
¿Cómo eran los atlantes?

En sus diálogos, Platón los describe como seres humanos regulares. Sin ninguna condición especial, simplemente favorecidos por los dioses. Sin embargo, a lo largo del tiempo, se les atribuye diversas características a través de la literatura. Las más comunes son su evolución para sobrevivir bajo el agua, siendo híbridos entre animales acuáticos y seres humanos, otros más les adjudican características extraterrestres o paranormales. Pero sin duda los más comunes son las sirenas y los tritones.

Atlantis y la cultura pop
Esta historia, llena de misticismo, ha dado pie a que varios autores quieran darle una explicación o querer formar parte del mundo submarino que Poseidón creó.
Tenemos por ejemplo ‘Veintemil leguas de viaje submarino’ de Julio Verne, donde se visitan las ruinas de la Atlántida. Está también Stephen King que en 1999 sacó su libro ‘Corazones en la Atlántida’ donde hace metáfora con la leyenda. Películas como ‘Viaje al centro de la tierra’ o ‘Atlantis’ de Disney.
Series de animación japonesa como Saint Seiya o Yu-Gi-Oh han utilizado a su vez la leyenda para basar algunos arcos argumentales o personajes.
Aunque tal vez la historia y el personaje más característico basado en esta fantasiosa leyenda sea Aquaman. El superhéroe marino de DC Comics, donde también es rey del pueblo atlante de Poseidón.

Recordemos que Jason Momoa (¡Oh, Jason!) es el actual actor que representa a Arthur Curry / Aquaman en la serie de películas. Y cabe decir que es interesante el concepto que se le ha dado al personaje desde su aparición completa en Justice League, muy distante al traje naranja chillón y mallas verdes, con cabello rubio, al que solíamos estar acostumbrados ver de pequeños. Será entretenido curiosar el diseño de vestuario a fines de año cuando salga su película.
Admiremos a Jason Momoa como Aquaman en un fragmento de Justice League <3
La Atlántida de Alexander McQueen
Ahora bien, dejando ese sentido friki de lado, hablemos un poco de moda. De esa que nos gusta y apasiona. Sí, hablemos de la última colección de Alexander McQueen antes de fallecer: Plato’s Atlantis (o ‘La Atlántida de Platón’) que fungió como las piezas de Primavera/Verano 2010 de la marca.

Para esta colección, McQueen volvió a inspirarse en lo que más le apasionaba: La naturaleza. Fue así que con Charles Darwin y su teoría de la evolución dió lugar a estas maravillosas prendas.
¿Y cómo entra la Atlántida aquí?
Es curioso, pues McQueen utliza a la mítica ciudad como el resurgimiento de una cultura, dándole su lugar de civilización superior; el concepto general fue la evolución del hombre. Cómo una especie terreste tendrá que adaptarse a la vida en el agua, cuando el tiempo donde los glaciares se derritan y el mar se coman grandes pedazos de tierra. Sus prendas muestran este proceso, llegando hasta una Atlántida entre futurista y alienígena.

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Las modelos portaban un estilo andrógino, los textiles comenzaron con una gama de cafés y verdes, texturas de serpiete y rugosas, hasta evolucionar a una gama de azul, digno de la belleza del agua, platas y hologramas. El maquillaje y los peinados al inicio aparecen como reptiles de semblante furioso para después culminar con algo más etéreo y ‘marciano’: algo venido de otro mundo. Los tacones que no tenían forma de un zapato regular fueron inspirados en el diseño en 3D de H.R. Giger, miembro del equipo de efectos especiales para la película de ‘Alien’, porque cabe decir, que mucha de esta ‘evolución’ que las prendas van presentando, también fue inspirada en la ciencia ficción.



Mezclando la pasarela con la extravagancia y la música de Lady Gaga (aquí presentó por primera vez la versión final de ‘Bad Romance’) fue, sin duda, la colección más aplaudidas del diseñador.
Puedes ver el desfile de ‘Plato’s Atlantis’ (La Atlántida de Alexander McQueen), que se transmitió en vivo, aquí: