
La surrealista inspiración de Leonora Carrington
Actualizado en agosto 15, 2018
Ha sido el surrealismo una fuente de inspiración infinita para todos los creativos. Con elementos oníricos, fantasiosos y a veces indescriptibles, nuestra mente divaga con cada pieza de arte que vemos y un mundo nuevo y lleno de posibilidades se abre frente a nosotros.
Y eso es algo que Leonora Carrington logró. Y la razón de que el día de hoy nos llenemos con un poco de sus obras para crear prendas nuevas y encantadoras. Pero, primero que nada…

¿Qué es el surrealismo?
Alrededor de los ‘Locos años 20’ de la Francia post-guerra, surgió el ‘Manifiesto Surrealista’ de André Breton, el cual se forjó como un arte que intentó profundizar en el ser humano para conocerlo en su totalidad, naciendo del puro automatismo, que se refiere a una forma de expresión en la que la mente no ejerza control. Por ello tantas imágenes plasmadas desde el subconsciente: los sueños. El misterio y la desolación se hicieron parte clave.
La palabra viene del francés y, literalmente, significa ‘por encima de la realidad’.
Leonora Carrington

Tenemos muchos artistas referentes del movimiento pero en esta ocasión nos centraremos en una de nuestras favoritas: Leonora Carrington.
Inglesa por nacimiento el día 6 de abril de 1917, Leonora fue una mujer que estuvo en constante contacto con las historias de fantasía celta que su nana le contaba. Una vez conociendo al pintor alemán Max Ernst, otro surrealista con el que fue a vivir casi de inmediato a París, comenzó a inmiscuirse en la corriente. En la ciudad conoció también a grandes personalidades como Pablo Picasso y Salvador Dalí. Sin embargo, con la Segunda Guerra Mundial, Max fue arrestrado y con la separación comenzó a tener ataques de ansiedad y depresión. Tras la invasión nazi se vio obligada a huir a España, donde su padre dio órdenes de internarla en un psiquiátrico y de donde conservaría no tan gratos recuerdos.

Leonora logra escapar gracias a la insistencia de su amigo André Breton y encuentra refugio en la embajada mexicana, lugar donde conoce a Renato Leduc y con quien contrae matrimonio, yendose así a Nueva York y llegando finalmente a México. En 1943 se divorcia de él.
Adoptó a México como su segundo hogar y encontró aquí un nuevo espacio para el desarrollo de sus artes. Volvió a contactar a varias de sus amistades que también se encontraban en el exilio y la nación la reconoció con el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el área de Bellas Artes. Falleció en 2011.
Las obras de Leonora Carrington

No era un secreto que Carrington era atraida por el ocultismo y el tarot; los secretos de la vida y su misterios detrás de ellos eran siempre un motor tanto para sus pinturas como para sus esculturas y escritos. Sin mencionar que sus ideas feministas y de igualdad (humano-animal) también eran una constante, desbordando un hilo femenino a sus pinturas y con la Diosa Blanca (mitología expandida por la Europa pagana que considera a la mujer como el ser poderoso principal) como protagonista en varias de ellas.

Sus obras demuestran su interés por los misterios del inconsciente y diversos capítulos oníricos en su vida, los que combinaba con su gran amor por el folclor celta, mexicano, la alquimia medieval y la psicología. Una gran característica son sus personajes híbridos, mitad humanos, mitad animales. Seres que crean admiración pero también un poco de terror.
La moda de Carrington

Tim Walker, un reconocido fotógrafo que ha trabajado para revistas como VOGUE, quiso recrear ciertas obras de la artista con la belleza peculiar de la actriz Tilda Swinton. Con vestuarios que recordaran a las pinturas, entallados a la modelo, un maquillaje precioso y estilismo perfecto, la sesión de fotos se llevó a cabo en Xilitla. Sí, en el Castillo surrealista de Edward James en San Luis Potosí, México.


Tim también se inspiró en artistas como Dalí o Remedios Varo para la creación de esta serie de fotografías.

¿No es maravilloso? La nostalgia, el terror, el misterio por descubrir qué es lo que sucede mientras dormimos y no tenemos control sobre nuestros pensamientos….
One more fashionista…
Alexander McQueen puede resultar en un buen ejemplo de romanticismo, misterio, terror y un leve toque surrealista que logró posicionarse a través de sus diseños. Su homenaje ‘Savage Beauty’ en el Museo Metropolitano del Arte en Nueva York, es sin lugar a dudas un recorrido que pone la piel de gallina y te llena de inspiración.